He aquí una receta útil y no demasiado complicada de realizar, aunque sí que requiere tiempo y práctica (sobretodo a la hora de amasar). Desde que me la enseñó Fer, hará cosa de un mes, ya la he puesto en práctica un par de veces y la verdad es que la segunda me quedó mucho mejor.
Ingredientes (las cantidades irán en función del tamaño de la pizza y su grosor):
Harina de trigo (refinada e integral a ser posible)
Agua
Aceite de Oliva
Levadura (de repostería o "de París")
Sal
Orégano, ajedrea o albahaca (opcional)
Preparación:
En un bol grande o olla vertemos la harina, calculo unos 100gr. por comensal si gustan las masas finitas. Si es posible la mitad de harina blanca y la mitad de harina integral. También vertemos 1/2 sobre de levadura de repostería por cada 400gr. agregados. Y finalmente una buena pizca de sal, también en proporción con la cantidad de harina. Este sería el momento de echar una pizca de orégano, ajedrea o albahaca si quisieramos que la masa tuviera ese toque especial.
Se mezclan bien estos tres (o cuatro) primeros ingredientes con una espátula de madera. Entonces abrimos un hueco en medio, formando así una espécie de volcán. En dicho agujero vertemos un chorreón de aceite de oliva, más o menos cuantioso dependiendo, una vez más, de la cantidad de masa. Encima de el aceite, y todavía sin mover, echamos un chorro de agua.
Ahora poco a poco vamos echando la harina hacia el agujero, tapando el volcán. Vamos mezclando paulatinamente todos los ingredientes con la espátula de madera. Si vemos que se nos ha quedado corto de agua, añadimos otro chorrito y si está demasiado líquido y/o pegajoso, un poco más de harina. Seguimos mezclando con la espátula hasta que se haya formado una masa homogénea y poco húmeda, que se separe del recipiente pero no entre si.
Ponemos un poco de harina en la encimera y ponemos allí la masa. Ahora es momento de amasar. Lo ideal es ver como lo hace alguien que ya sepa y aprender de ello, así que aquí os dejo, una vez más, a Fer amasando la pizza: 1, 2, 3, 4, y 5.
Ya la tenemos amasada, no se pega a los dedos. la ponemos en el recipiente, la tapamos con un trapito de coina y la ponemos en un lugar cálido.
Encendemos el horno a 180ºC. Y mientras crece un poco la masa y se calienta el horno (10-15 min.), vamos cortando todos los ingredientes que llevará la pizza.
Pasado ese tiempo, volvemos a poner harina sobre la encimera y sacamos la masa de su recipiente. Poco a poco y desde el centro hacia los lados, con la ayuda de un rodillo de cocina, vamos extendiendo la masa. Cada tres o cuatro pasadas de rodillo agregamos una fina capa de harina en la superfície plana (para que no se pegue después) y le damos la vuelta a la masa.
Siguiendo este proceso correctamente pronto tendremos una base de pizza de forma más o menos redonda según hayan sido nuestras pasadas con el rodillo.
Preparamos la bandeja de horno untándola con mantequilla y luego una fina capa de harina encima de ésta. Ponemos la base de la pizza encima. Le hacemos los bordes apretando con los dedos y luego la cubrimos toda con tomate frito, ketchup o similar. La metemos al horno unos 4 min. a una altura media.
Pasado este tiempo la sacamos y ya podemos echar todos los otros ingredientes. La volvemos a meter y la dejamos unos 15- 20 min. Antes de sacarla podemos probar si la base está hecha pellizcando un trozo.
PS: Nuevos truquillos y variantes para hacer massa de pizza:
1. Importante que el agua que agregemos a la massa esté tibia, pues el frío neutraliza en parte los fermentos del levado.
2. Hacer la massa por la mañana para hacer la pizza por la noche o de un día para otro hace que tengamos una mezcla más "levada" y más fácil de extender con el rodillo.
3. Podemos agregar un poco de leche a la mezcla para unas masas de pizza más "suaves".
4. Si no tenemos levadura o para cambiar un poco, podemos usar una cerveza (que no esté fría y lo menos industrial posible) para levar la massa.
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