Julio y Agosto 2008.
1 mes y 10 días.
Andrea, Bea, Mario, Moi, Angel,... Nana, David, Cloe, Roberto,... Dani, Ole,... Peter, Daniel, Helen, Frida,... etc.
Un viaje singular, el viaje más largo que he hecho hasta la fecha y que en varias ocasiones he ido solo, sin saber lo que me deparaba el día siguiente, improvisando paso a paso, conociendo un montón de gente maravillosa, lugares, costumbres, cocina,... Una experiencia realmente enriquecedora que espero poder repetir pronto.
Como en todos los periplos un poco más largos de lo normal, me llevé papel y boli para ir apuntando todo. En este cuaderno de viaje, además de alguna que otra postal, quedan recogidas todas las experiencias... quien sabe, igual algún día me dá por escanearlas o pasarlas a ordenador.
Eso sí, deciros que conocer el norte de europa ha sido genial, que tienen otras costumbres y maneras de pensar, que Escandinavia merece mucho la pena, que tiene unos paisajes y una riqueza natural increible, que sus gentes son amables y que sus vestigios del pasado son distintos a los nuestros pero igual de interesantes.
Y una vez más, gracias a la hospitalidad de Mario, de Moi, de Nana, de Ole, de Peter, de su abuela y de la tierra. Es una de las cosas que más te soprenden en la vida, como alguien que ni te conoce puede llegar a ofrecerte tanto... su casa, su comida, su tiempo, su alegría... eso sí es mágia.
La que sin duda fué la canción del viaje... pensaréis: ¿que tendrá que ver Africa con este viaje? ... pero para los cuatro que subimos para allá en furgoneta la voz de Isamael Lo siempre será capaz de despertarnos un recuerdo... una emoción irracional y bella:
Os dejo con las que considero, algunas de las fotos más "pictóricas" y bonitas del viaje.
Cerca de París, el día que acampamos a la entrada de Disneyworld.
Andrea, Mario y Bea a puntro de arrebolarse por la cuesta. En los molinos de Brujas. (Brugge, Belgium).
Mario haciendo el pino en la playa. El puente del fondo de la imágen es el que cruza de la isla de Fionia (Fyn) a la de Selendia (Sjælland ) (dónde se encuentra Copenhague).
En la isla de Selendia, durante mi mini-viaje en bicicleta recorriendo el fiordo de Roskilde.Hay infinidad de cosas por descubir y con las que maravillarse en este mundo y no se necesitan tantos recursos materiales como creemos para disfrutar de ello. Sencillamente "sal y maravillate con el mundo".
Bonus Extra (es decir, algunas fotillos más):
1 comentario:
Tienes algunas fotos que son realmente de las que te llegan al corazón... y no sólo por los recuerdos que me traen.
Aunque he de reconocer que algunas me han llevado muy lejos en tiempo y espacio, por ejemplo hasta ese país tan utópico que es casi infantil, enclavado dentro de Copenhague... Christiania...
Un día tengo que volver a Dinamarca a perseguir recuerdos :)
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