Es curioso, pasa que cuando acostumbras a trabajar toda la semana y luego libras el finde, en vez de descansar, como sería lógico (o eso diría un vulcaniano), va nuestra mente y nuestro cuerpo y nos piden actividad, hacer algo para "matar el tiempo" y distraerse. Pasa también que a veces los amigos o la familia tienen otros planes, o sencillamente te aptece estar solo. Pasa, además, que la casa se te hace estrecha y los quehaceres o el ocio cotidiano se hace tedioso. Y entonces es cuando coges puerta y te da igual el dónde, solo evadirte un poco, cansarte y no pensar en lo que hay más allá de unos pocos pasos más adelante. En días así es en los que hago rutas como esta, dónde poco me importa el dónde voy, más bien me importa el moverme. Entonces en ese trascurso ya vas decidiendo los lugares, según se van presentando. Algunas veces te llevas gratas sopresas, otras desengaños, pero siempre aprendes y ves algo. Y luego terminas que al no haber calculado el tiempo, se te hace de noche y tienen que venir a buscarte, y es que no somos perfectos, solo somos humanos.
Esta es la ruta que realizé, en amarillo (sendero PR) y verde (sendero local). Los números corresponden a las fotos que hay bajo esta linea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario