En el saliente de Cap de Creus, el punto más oriental de la Península Ibérica, encontramos algunos de los paisajes más áridos pero a la vez más bonitos de la Costa Brava. Todo este promontorio, abrupto y rocoso, alberga algunos pintorescos pueblos de casas blancas como Cadaqués, Port Lligat o El Port de la Selva. Fué en este singular espacio de tierra donde artistas como el excéntrico Dalí encontraron su inspiración.
Avanzando hacia el norte por las zigzageantes carreteras, pasamos por al lado de El Port de la Selva y llegamos a nuestra última parada del día, el monasterio benedictino de Sant Pere de Rodes. Su origen se pierde en el tiempo, teniendo constáncia de un pequeño edificio religioso a finales del siglo IX. Entre los siglos X y XI se construye la iglesia que aún hoy día podemos apreciar ya que el monasterio empezó a cobrar importancia y a recibir ayudas económicas por parte de nobles y condes. En los siguientes dos siglos el monasterio toma relevancia como centro de peregrinaje y se consolida como uno de los enclaves más poderosos de la zona a nivel religioso, político y económico. A partir de ese momento guerras, decadencia, crisis dentro de la orden, saqueos de piratas y bandoleros, fueron mermando el lugar, llegando así a 1835 cuando los monjes abandonan definitivamente el lugar. Tras expoliaciones y demoliciones varias, en 1930 es declarado Monumento Histórico Nacional.
Situado a 520 m. sobre el nivel del mar, en la montaña de la Verdera.
De las dos torres del monasterio la más ornamentada y con aberturas representa la religión, la espiritualidad, lo divino y la otra representa nobleza, la guerra, lo terrenal; pero ambas representan el poder, los dos pilares sobre los que se constituía la sociedad del momento.
De las dos torres del monasterio la más ornamentada y con aberturas representa la religión, la espiritualidad, lo divino y la otra representa nobleza, la guerra, lo terrenal; pero ambas representan el poder, los dos pilares sobre los que se constituía la sociedad del momento.
Desde el monasterio, cogiendo el sendero GR-1 (también señalizado con flechas amarillas (inicio del Camino de Santiago por la ruta de los pirineos)) en dirección a la cima de la montaña, a unos pocos centenares de metros más arriba, encontramos las ruinas de el Castell de Sant Salvador de Verdera. Un lugar que os recomiendo visitar ya que habéis llegado hasta aquí. Más que por las ruinas, de las que poco sacaréis en claro, por las vistas de todo el Cap de Creus y parte de la llanura de el Golf de Roses.
Subiendo hacia el castillo. En primer plano una marca de el Camino, al fondo El Port de la Selva con sus casas blancas.
Allá arriba tubimos una grata compañia. Esta gran mariposa zebra, o lo que es lo mismo Iphiclides Podalirius
(Iphiclides Feisthamelii, para algunos), posó sin reparo para nosotros.
(Iphiclides Feisthamelii, para algunos), posó sin reparo para nosotros.
+ info:
cap de Creus
Cadaqués
Monesterio de Sant Pere de Rodes
1 comentario:
la marca amarilla es de Itinerannia, red de senderos por 3 comarcas de Gerona
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